Era
lunes por la mañana. Me preparé para ir al instituto. Me vestí con
una falda negra, un top también negro pero enseñaba la barriga, me
puse unas medias que llegaban hasta por encima de la rodilla, negras
también y mis queridas victoria de plataforma.
Cogí mi bolso y salí de casa sin desayunar ni nada, no tenía
hambre y tenía que hablar muy seriamente con Julieta. Cuando llegué
al colegio, fui hasta donde siempre nos encontrábamos, y allí
estaba Julieta con Serena, riendo y comentando cosas sobre el viernes
noche. Me encaminé hacia ellas, enfurecida.
-Tu.
-Grité. Julieta me miró y dejó de sonreír- Como te atreves. -Me
planté delante de ella-
-¿De
que estás hablando?
-Tu
sabes perfectamente de lo que estoy hablando. Como coño se te ocurre
darme un baso lleno de droga. ¿A caso estás loca?
-Oh,
vamos B. No fue para tanto.
-¿Que
no fue para tanto? Realmente estás demente. -Con mi dedo índice le
toqué la sien- No quiero que te acerques a mi. -La miré-
-B,
no digas bobadas.
-No
digo bobadas Julieta. Te quiero lejos de mi, esto fue el colmo. Te
has pasado de la raya. -La miré con desprecio-
-Solo
lo hice para que te soltaras un poco. -Solté una carcajada-
-¿Para
que me soltara un poco? ¿A caso tu estás demente? -Me crucé de
brazos- Tranquila, yo no necesito revolcarme con nadie, no como tu.
-Sentí su mano en mi mejilla- ¿Pero se puede saber porque me has
pegado? -Me sobé la mejilla-
-Controla
tus palabras B.
-Vete
a la mierda Julieta. ¡A la mierda! -Grité- Te quiero lejos de mi,
te quiero lejos de Alex. No te vuelvas a acercar a nosotros.
-¿O
sino que? ¿Eh?
-No
te las quieras ver conmigo Julieta. -Le advertí-
-No
te tengo miedo B, tu eres incapaz de dañar a una mosca.
-No
juegues conmigo. Tu no me has visto cabreada y créeme, cambio.
Alejate de Alex. Como me vuelva a enterar que le pones una mano más
encima, vas a cambiar de cara.
Me
fui de allí, indignada y con el paso acelerado. ¿Como es que nunca
me di cuenta? Saqué mi móvil y le envié un mensaje a Alex. Era
raro que a estas horas no estuviera en el colegio. Iba tan
concentrada en mi mundo que me choqué y caí al suelo.
-Lo
siento.. lo siento -Dijo la chica levantándose-
-Mira
por donde vas -Dije lo más borde que pude y me levanté del suelo-
-Lo
siento... no me hagas nada.. por favor -La miré confundida-
-¿Porque
tengo que hacerte algo? -Me crucé de brazos-
-Porque
Julieta siempre me... -Se calló-
-Siempre
¿Que? -La miré-
-Siempre
me maltrata -Suspiró- Toma, esto es tuyo.
-Gracias
-Sonreí- Y tranquila, yo no soy como ella.
-Lo
se -Sonrió- Por cierto, no he podido evitar mirar tu foto de
pantalla -Se sonrojó- ¿Te gusta Auryn? -La miré y asentí- ¡Que
guay! Por fin conozco a alguien que le guste -Dio un salto y reí-
-Pero
no lo digas por ahí -Me miró confundida-
-¿Porqué?
-Sonó el timbre-
-¿Que
clase tienes ahora?
-Latín.
-Igual
que yo -Sonreí- ¿Te importa si me siento contigo? -Le pregunté y
me miró extrañada y asintió- Poca gente sabe que me gusta, según
Julieta y Serena no valen la pena, pero yo no lo veo así. Son chicos
muy simpáticos, o eso parece -Levanté los hombros- Por cierto, yo
soy B.
-Lo
sé -Sonrió- Yo soy Laura.
Pasamos
casi todo el día juntas, por no decir todo. La verdad era una chica
bastante maja. Me despedí de Laura cuando de lejos vi a Alex,
hablando con Julieta. Corrí lo más rápido que pude y tomé la mano
de Alex.
-Amor.
¿Nos vamos? -Pregunté-
-Claro.
-Besó mi frente-
Y
sin más, nos fuimos de allí. Julieta nos miraba algo sorprendida y
un tanto confundida. Alex me llevó hasta casa. En el camino no
dijimos nada. Cuando me dejó en casa, me despedí de él y entré en
casa. Dejé las cosas en mi habitación y me puse a estudiar. ¡Que
vida más dura!
El
viernes llegó. No había hablado con David ni con Carlos durante
toda la semana. Me tenían abandonada o simplemente se habían
olvidado de mi. No he vuelto a hablar con Julieta y Serena se me
acerca de vez en cuando para que perdone a Julieta, cosa que no voy a
hacer. Con Laura tampoco había hablado más desde aquel día, aunque
la chica me caía bien, era una chica demasiado tierna. Estábamos en
el intercambio de clases y, antes de que alguien se fuera, aproveché
para subirme a la mesa y llamar la atención de todos.
-Hola,
hola. -Todos me miraron- Como ya sabéis, este sábado es mi
cumpleaños, ya sabéis, la misma fiesta en el mismo lado. -Los miré-
Este año será diferente porque no lo voy a celebrar, lo que
significa que no estáis invitados. Bueno, pues eso. Este año no hay
fiesta.
-¿Como
es que no vas a celebrarlo?-Me dijo Laura dándose la vuelta para
mirarme-
-No
tengo ganas -Hice un puchero-
-Siempre
hay que celebrarlo. -Sonrió algo triste-
-Celebrar
que? Que cada año te haces más vieja? -Bufé-
-Vas
a cumplir dieciocho... alegrate.
-Nah,
no creo. A demás, conociendo a mis padres, harán alguna fiesta
familiar y esas cosas. -Rodé los ojos- Oye... podrías venir...
-¿Que?
No...
-Porqué?
-La miré con cara de perrito mojado-
-Porque
no te conozco ni a ti ni a tu familia y sé que estaría apartada
-Te
juro que no, porfa porfa porfa -Le rogué-
-Pffff
-Bufó- Está bien. Allí estaré.
-Tomaaa
-La abracé- Graciaaaas. Por cierto, no hace falta que me regales
nada -Sonreí- Con que vengas me es suficiente.
-¿Como
no te voy a regalar algo? No puedo presentarme sin nada.
-Si
que puedes. -sonreí- Nos vemos mañana. ¿Vale?
-Está
bien -Suspiró-
No
me tocaban más clases con Lau. Así que me despedí de ella. El día
se me pasó volando. Toda la mañana del sábado la pasé
holgazaneando en mi cama. No tenía ganas de nada y, como no iba a
celebrar el cumpleaños, podía permitírmelo.
-Mi
bebé se hace grande -Dijo Dodo-
-Romina,
no me llames bebé -La regañé- Ya no lo soy.
-Siempre
serás mi bebé, hermosura -Sonrió- Apenas parece ayer que eras un
bebé y hoy ya estás cumpliendo los dieciocho años -Sonrió con
melancolía- No crezcas más -Me abrazó-
-Vas
a hacer que llore -Sollocé- Te quiero mucho Dodo.
-Y
yo bebé. Feliz cumpleaños -Me tendió un paquetito-
-No
hacía falta que me dieras nada Dodo... sabes que no quiero regalos
-Hice una mueca-
-Este
se que te va a gustar. Ábrelo, pero con cuidado.
Lo
abrí con cuidado y allí estaban dos entradas de concierto. Miré a
Dodo y volví a mirar las entradas. Eran dos entradas para el próximo
concierto de Auryn, con el meet incluido. Volví a mirar a Dodo y me
eché encima de ella. Era la mejor.
-Dios,
te adoro Dodo. -Besé su mejilla-
-¿A
caso crees que esta vieja loca no cree conocerte? Te conozco mejor
que a mi propia hija -Suspiró-
-Gracias,
gracias, gracias. -Besé su mejilla infinitas veces-
-Ya
niña, vas a desgastar mi mejilla y la necesito. -Me separé y la
miré-
-Mejor
no voy a preguntar para que la necesitas -Soltamos una pequeña
carcajada-
-Anda,
vete a tu habitación y mira lo que te vas a poner para esta noche.
Ya sabes que tus padres tienen un plan B por si no quieres celebrar
el cumpleaños.
-El
mismo de cada año -Rodé los ojos- ¿No puedo ir con chandal? Ya
sabes, con mucho swag -Moví los brazos y ambas estallamos a
carcajadas-
-Ni
se te ocurra -Se puso seria de golpe-
-¿Me
ayudas a elegir? -La miré con ojitos de perrito-
-Está
bien -Sonrió-
Subimos
a mi habitación y empezamos a mirar todo lo que tenía. ¿Desde
cuando tenía tanta ropa? No me acuerdo ni de haber comprado la mitad
de ella. Bueno, si, pero como siempre estoy de compras, no me acuerdo
de lo que compro o lo que no. No me sorprende hasta que llegue a
aparecer vestidos o pantalones repetidos. Soy un completo desastre.
Sacamos un montón de camisetas, vestidos, pantalones, shorts,
faldas... de todo. Sabía que tenía que pedirle consejo a Dodo con
la vestimenta, ya que ella tenía un buen gusto. Nos quedamos entre
varias opciones. Un vestido de color salmón, con un hombro
descubierto. Un vestido negro con lentejuelas. Un vestido dorado sin
mangas. Un body blanco con una falda roja. Un body de azul con flores
y unos pantalones largos. Un vestido rosa con la falda negra.
Miramos los zapatos. Tenía un montón. Zapatos negros, zapatos
rojos, zapatos dorados, zapatos marrones, zapatos con purpurina,
zapatos planos, botas, botines... ¡Y más de a mitad no los usaba!
¿Que voy a hacer con mi vida? Vaya desperdicio de dinero.
Me
anduve probando todo lo que tenía encima de la cama, y al final opté
por el body blanco y la falda roja con unos tacones marrones,
altísimos. La falda era larga, llegaba hasta el suelo y yo sabía,
que esa falda me llegaría a traer complicaciones si bebía esta
noche. Pero poco me importaba. Es mi cumpleaños y son mis dieciocho.
Tengo derecho a emborracharme hasta que pierda la consciencia.
*
Eran
ya las nueve de la noche, así que decidí empezar a prepararme. Me
duché, me sequé el pelo, me puse la ropa interior, me introduje
dentro del boddy, con cuidado y me puse la falda. Me senté en mi
tocador y me quedé mirando en el espejo. ¿Que iba a hacer con mi
pelo? El body era abierto por detrás, enseñaba toda la espalda y
con ello, enseñaba mi nuevo tatuaje. Si, lo mejor será que me haga
un moño. Pero no un moño de esos bien echos, si no un moño de
aquellos despeinados que te da el toque elegante y sexy a la vez.
Encendí mi portátil y busqué como se hacían esos moños. Youtube
sirve para algo. Después de tragarme varios videos, más o menos
sabía lo que hacía. Empecé a hacerlo, echando laca cada dos por
tres, para que todos los pelos se mantuvieran en su sitio. Cuando
acabé, me dejé dos mechones caer por delante de mi cara, así que
conecte la planchita de los rizos, para que se calentara mientras me
maquillaba. Me puse un poco de mascarilla, delineé mis ojos, puse
sombra de un color dorado y me puse el rimel. Le di un poco de color
a mis mofletes y pinté mis labios de un rojo oscuro. Cogí la
planchita y ricé los dos mechones. Lista, estaba lista. Guarde todo
en mi bolso de mano, cogí mis tacones en la mano, ya que llevaba las
bailarinas puestas y bajé.
-Estás
preciosa, princesa. -Papá me abrazó-
-Estás
echa ya toda una mujercita -Mamá besó mi mejilla-
-Gracias,
pero no hagan sonrojarme... -Tapé mi cara- ¿Vamos?
-Claro
-Dijeron a la vez-
-Eh,
hermanita, esta noche Alex te hará suya -Me guiñó el ojo-
-Cierra
el pico Ivo.
-Oh,
si yo no fuera tu hermano, esta noche me lanzaba. -Le pegué una
colleja-
-Ten
un poco de respeto, imbécil. Me das asco.
-Sabes
que eso es mentira, hermanita. -Sacó la lengua-
-Por
desgracia, si. -Bufé-
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@smileerauryn
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